Todos los días, son tu día, donde celebramos tu tenacidad, tu valentía, tu perseverancia, tu amor sin límites. Cada amanecer nos enseñas con tu entrega y nos iluminas con tu luz, y nos das ejemplo de tantos valores y dones que te caracterizan, haces ese gran aporte a la construcción de un mundo mejor. La historia nos demuestra que no se te ha dado el lugar propio que por naturaleza te corresponde, pero también nos enseña que sin ti nada de lo que se ha logrado hasta ahora se hubiese alcanzado. Eres valiente, a pesar de que las circunstancias sociales siguen generando dificultad en tu vida, nos demuestras que a ti eso no te importa y que estas te hacen más fuerte, gracias por tu valentía, por tu valor, por tu vida con la que riegas de alegría toda la existencia.
A pesar del cansancio siempre tienes una mirada, una sonrisa a quienes te rodean, a pesar de que te sientas triste siempre tienes una voz de aliento para quienes también lo están, eso solo lo haces tu mujer.
Tu labor en el mundo no tiene cómo ser recompensado, tu trabajo es constante, especial, con el que llevas a soñar y con el que construyes tus sueños, dejas impregnado de tu amor todo cuanto emprendes y nos dejas ver el toque delicado y a su vez fuerte de tu alma.
Tu papel de mujer le da sentido al querer soñar, volar hacia lo más alto y construir un mundo más justo, más humano.
En tu andar nos enseñas el verdadero valor de la amistad, del vínculo con la vida, del amar sin límites, del entregarse totalmente como hija, madre, esposa, hermana, amiga, como mujer, eres un verdadero ejemplo a seguir.
Hoy es tu día, aunque para ser sinceros, la mujer no solo merece un día para honrarla, sino toda una vida para amarla. 24 horas es muy poco tiempo para agradecer tu existencia, para valorar tu entrega y carisma.
Madre, esposa, hija, compañera, vecina, abuela, hermana, amiga…
Gracias a todas por llenar el mundo de luz y alegría, gracias por existir.